Newsletter

Después del cáncer de piel, el cáncer de mama es el más común en mujeres en los Estados Unidos.  Es  probable que aproximadamente una de cada 8 lo desarrolle durante su vida. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, este año se diagnosticarán aproximadamente 268,600 casos nuevos de cáncer de mama invasivo y 62,930 no invasivos (in situ).

A pesar de las costosas opciones de tratamiento y la disponibilidad de medicamentos farmacéuticos, las perspectivas a largo plazo para curar el cáncer de mama siguen siendo malas. Si bien las mujeres son conscientes de esta enfermedad, muy pocas toman medidas para la prevención (que no sean las mamografías). Los hombres también pueden desarrollar cáncer de mama y el 1%  de todos los cánceres de mama son masculinos. Sin embargo, este tipo de cáncer en los  hombres  es difícil de tratar, lo que se debe principalmente a la falta de conocimiento y a un retraso en el diagnóstico que hace que el cáncer ya se haya propagado.

La agresividad del cáncer está determinada por la capacidad de las células cancerosas de propagarse a órganos distantes del cuerpo (metástasis). Un factor importante en la metástasis es la pérdida de integridad de la matriz de colágeno que rodea las células cancerosas. Numerosos estudios del Instituto de Investigación científico del Dr. Rath han demostrado que una combinación de componentes naturales, incluida la vitamina C, los aminoácidos lisina y prolina, el extracto de té verde y otros, pueden afectar mecanismos claves involucrados en el cáncer. La eficacia de esta combinación de nutrientes se ha constatado en aproximadamente 60 tipos diferentes de líneas celulares de cáncer.

Un estudio reciente en Instituto de Investigación científica del  Dr. Rath analizó el potencial anticancerígeno de la vitamina D (también conocida como la «vitamina del sol»). Una deficiencia de vitamina D se ha asociado con varias enfermedades crónicas como diabetes, asma, osteoporosis, así como con varios tipos de cáncer que incluyen cáncer de mama, próstata, pulmón, tiroides y colorrectal. Algunos estudios han demostrado que la vitamina D puede matar las células cancerosas al inducir la apoptosis, inhibir la invasión de las mismas  y frenar la angiogénesis.

En un  estudio reciente *, los científicos Instituto de Investigación del  Dr. Rath probaron los efectos de la vitamina D sola,  y en combinación con un grupo de nutrientes en sinergia sobre el cáncer de mama. Cuando se probó de forma aislada, la vitamina D inhibió el crecimiento celular, sin embargo, la dosis requerida para lograr este efecto fue mucho mayor que la dosis segura aceptable.

Por lo tanto, probamos la eficacia de dosis más bajas de vitamina D pero combinadas con extracto de té verde y con una mezcla en sinergia de micronutrientes (MN). Los resultados mostraron que la combinación de vitamina D con el extracto de té verde inhibió el crecimiento de las células de cáncer de mama en un 62%. Sin embargo, la vitamina D en combinación con la mezcla de nutrientes (que contenía extracto de té verde, vitamina C, lisina, prolina y otros) tuvo un efecto significativamente más pronunciado sobre la inhibición del crecimiento de las células de cáncer de mama. Con dosis aumentadas de una mezcla de nutrientes  y manteniendo constante la dosis de vitamina D, el crecimiento celular de cáncer de mama se inhibió hasta en un 94%.

Si bien los esfuerzos para crear conciencia sobre el cáncer de mama  se centran en la detección temprana y su  tratamiento, también es importante enfatizar la importancia de los micronutrientes en la prevención natural de esta enfermedad aterradora. Aunque varios micronutrientes son individualmente efectivos para combatir el cáncer de mama, nuestros resultados científicos indican claramente que su eficacia puede incrementarse significativamente mediante el uso de una combinación apropiada con micronutrientes específicos.

*Ref: V. Ivanov et al. Vitamin D enhances anticancer effects of EGCG and a specific micronutrient combination in breast cancer cells. J Cell Med Nat Hlth. June 2019.